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El diputat Alfred Bosch explicarà a Piera que 'votar és democràcia'

Es realitzarà un sopar al eestaurant La Cantina

politica
Dimarts, 25 febrer 2014. 03:00. Redacció AnoiaDiari.
D'un cop d'ull
ERC-Anoia continua amb la campanya pel dret a decidir “votar és democràcia”. El dijous dia 6 de març el diputat i portaveu republicà al Congrés Alfred Bosch serà Piera, a on realitzarà una xerrada en format sopar a Piera, a les 20.30h al restaurant La Cantina.

Alfred Bosch

El preu del sopar és de 10€ i les reserves es poden fer a través del correu electrònic piera@esquerra.org o bé als telèfons de contacte 66998244 – 606023030.

Aquest acte s’emmarca en la campanya informativa sobre el dret a decidir que la formació republicana està realitzant a la comarca, amb actes i taules informatives defensant l’aprofundiment democràtic que representa la consulta del 9 de novembre sobre el futur polític pel nostre poble.

Alfred Bosch explicarà també el seu dia a dia al Congrés, a on davant de la cambra espanyola defensa el dret a votar dels catalans.


2 Comentaris

L

La veritat, ens fara lliures !

Anoia

25 de febrer 2014.16:46h

Respondre

PER ELS QUE ANEU AL SOPAR, I ANEU OBRIN BOCA.

ESCRIT PER ALFRED BOSCH A “La Vanguardia” el 11/09/2002

Casanova no se le aprecia ni la túnica de santo ni la madera de héroe. Por supuesto no... Llegir més muere en el sitio de 1714. Hasta 1713, se trata de un prohombre medio, un letrado y conseller de la ciudad cuya gran gesta ha sido quedarse viudo y permitir que su hijo de 14 años acuda al frente. Es elegido conseller en cap (alcalde) por turno, y si bien es cierto que en ocasiones arenga apasionadamente a los defensores, en las deliberaciones oficiales se inclina por negociar con el enemigo.
Que el hombre asuma las decisiones de la mayoría enardecida, y consienta en un enfrentamiento a muerte, ha sido tomado como signo de talante democrático. Sin duda hay algo de eso pero, visto el talante del momento, cabe suponer que existen otros motivos: el sentirse atrapado en una sociedad dominada por los exaltados y refugiados que se cobijan en Barcelona; el cuidado por su posición y sus privilegios; la presión militar y del mismo cerco; y la remota esperanza de que la guerra dé un vuelco de última hora.
El famoso 11 de septiembre nuestro hombre se despierta cuando la batalla ya ruge. La plana mayor de los sitiados, por supuesto, ha pasado la noche en vela. Cuando enarbola el estandarte de Santa Eulàlia, para atizar el combate en los baluartes, resulta herido en un muslo y es retirado a toda prisa. La herida no es mortal, y cuando recibe atenciones médicas se preocupa por asuntos menores: ordena quemar sus archivos, solicita un certificado de defunción y delega la rendición en otros mandatarios. Con franqueza, da la impresión de que le concierne más su pellejo que el devenir de la ciudad.
Quien firma las capitulaciones es el conseller segundo, mientras el primer mandatario permanece oculto. Días después, con Barcelona en manos del rey Borbón, huye disfrazado de fraile. Y descubrimos, no sin perplejidad, que años más tarde reside en Sant Boi y ejerce la abogacía sin grandes obstáculos. El cronista mayor de la época, Francesc Castellví, le reclamará desde el exilio detalles sobre las últimas horas decisivas. Casanova responderá rogando al compilador que no tenga en cuenta los rumores e imputaciones que pesan sobre su cabeza. ¿A qué se debe tanto escrúpulo?
No me parece que Casanova fuera un villano o un traidor, si es eso lo que se baraja. Pero de ahí al martirio media una considerable distancia. Lo más probable es que fuera un tipo bastante normal, elevado por la historia romántica a la categoría de monumento. Trescientos años más tarde, se nos aparece con rostro humano, navegando en aguas turbias y esforzándose en salvar los muebles del naufragio. Debió ser tan hábil como asustadizo, y eso lo aleja del pedestal, pero lo acerca a usted y a mí y a la mayoría de los mortales. ¿Semejante humanización arremete contra la leyenda?
En el caso de Casanova, tal vez sí. Pero el 1714 catalán no anda escaso de mártires. Hubo un montón de héroes – locos, si lo prefieren– como Bac de Roda, Moragues, Dalmau, e incluso Villarroel, que arruinaron vidas, títulos y haciendas en el empeño. El pueblo anónimo de Barcelona luchó hasta el fin, encuadrado en la milicia gremial: zapateros, estudiantes, carniceros, carpinteros... Mujeres, ancianos, niños y frailes empuñaron las armas, en palabras de Voltaire, con una valentía y un orgullo intratables.Rafael Casanova no murió el 11-S - Corpus Literari Ciutat de ...

A

Aprofiti la ocasió , Sr Bosch

igda

25 de febrer 2014.13:12h

Respondre

Sr Bosch, aprofitant el sopar, a la hora dels postres, li suggereixo, que expliqui al entregat públic, la verdadera veritat del Sr Rafael de Casanovas.
Els Catalans, tenim dret a saber la veritat, i... Llegir més no fer el ridícul, cada 11 de Setembre, homenatjant, a un Sr, que segons vostè, i la realitat axis ho demostra ,de heroi, ”poc”, mes be, tot lo contrari.

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